A unos minutos del centro de Copenhague, se levanta el inmueble que se ha ganado la fama de sostenible a pulso: hasta los secadores son de bajo consumo, tiene placas solares por toda la fachada y, ahora, los clientes pedalean un rato, generan energía y, de paso, comen gratis.
Está considerado el hotel más verde del planeta. Y esa distinción se la ha ganado a pulso. Nunca mejor dicho, porque en la actualidad es el primer hotel cuyos clientes son «eléctricos» y generan energía mientras se ponen en forma. Y lo hacen sin muchos aspavientos. El método es tan secillo como subirse a las bicicletas instaladas en el gimnasio del recinto hotelero, comenzar a pedalear y surtir de corriente fotovoltaica a las mismas instalaciones donde comen, duermen y se divierten. El Crowne Plaza Copenhagen Towers está ubicado en la capital danesa, en el boulevar Oerestads, a sólo unos minutos del centro de Copenhague. Pasen y conózcanlo.
Su carta de presentación es llamativa: hotel internacional de cuatro estrellas, con servicio gratuito de enlace hasta el aeropuerto de Copenhague, al lado del campo de golf International Royal Golf Course, donde los clientes del hotel gozan de acceso VIP. Al margen de todas estas comodidades, el hotel -que se inauguró a finales de 2009- se caracteriza por haber hecho carrera desde entonces para ser uno de los más ecológicos del mundo, certificado por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. En búsqueda de ese logro, el hotel fue incorporando novedades, a cada cual más sorprendente. Por poner sólo unos cuantos ejemplos, el edificio ha implementado el primer sistema de refrigeración y calefacción de Dinamarca mediante aguas subterráneas, con el que se tiene la expectativa de reducir la energía utilizada en el hotel para calefacción y refrigeración en casi un 90%. Segunda novedad: se utilizan secadores de mano y lámparas de bajo consumo, y las bombillas de todo el centro por descontado.
26 euros por pedalear
En un alarde de consumo energético eficiente, el hotel -que ofrece 366 habitaciones con una equipación a prueba del más mínimo detalle- instaló el mayor parque de paneles solares que existe en Europaintegrado en un edificio; de hecho, las placas energéticas revisten todas las fachadas soleadas del inmueble. Con esto, la dirección del hotel no se achantó en su empeño y, desde el pasado 19 de abril, en el gimnasio del hotel reposan unas singulares bicicletas. Durante el próximo año, todos los huéspedes que se suban a ellas y produzcan diez vatios hora o más recibirán una comida de regalo, lo que equivale, en dinero contante y sonante, en 200 coronadas danesas o 26 euros aproximadamente.
La regla de oro que utiliza la dirección del hotel es la siguiente: un huésped que pedalea a 30 kilómetros por hora, de velocidad media, durante una hora, genera 100 vatios/hora de electricidad más o menos. Además, desde las bicicletas se puede seguir cuánta electricidad van produciendo a través de iPhone puestos en los manillares. «Nuestros clientes son eléctricos», se felicitan en el Crowne Plaza, porque se ponen en forma, reducen su huella de carbono y ahorran electricidad y dinero, que nunca va mal. Allan Agerholm, general manager del hotel, señala que será muy «interesante ver el número de invitados que participarán y la cantidad de electricidad que generarán». Según explican en el hotel, la electricidad que logran producir sus clientes se almacena en una batería y pasa a formar parte de la principal fuente de alimentación de las instalaciones.
La electricidad que producen los clientes pedaleando, se almacena en una batería y pasa a engrosar la principal fuente de alimentación energética del edificioDurante la fase de promoción del hotel, el viceprimer ministro de Dinamarca Lene Espersen expresó convencido: «Las empresas que asuman un compromiso responsable con el ecosistema tienen ventaja sobre sus competidores, ya que los viajeros de ocio y de negocios buscan, cada vez más, hoteles basándose en sus credenciales medioambientales»
Está considerado el hotel más verde del planeta. Y esa distinción se la ha ganado a pulso. Nunca mejor dicho, porque en la actualidad es el primer hotel cuyos clientes son «eléctricos» y generan energía mientras se ponen en forma. Y lo hacen sin muchos aspavientos. El método es tan secillo como subirse a las bicicletas instaladas en el gimnasio del recinto hotelero, comenzar a pedalear y surtir de corriente fotovoltaica a las mismas instalaciones donde comen, duermen y se divierten. El Crowne Plaza Copenhagen Towers está ubicado en la capital danesa, en el boulevar Oerestads, a sólo unos minutos del centro de Copenhague. Pasen y conózcanlo.
Su carta de presentación es llamativa: hotel internacional de cuatro estrellas, con servicio gratuito de enlace hasta el aeropuerto de Copenhague, al lado del campo de golf International Royal Golf Course, donde los clientes del hotel gozan de acceso VIP. Al margen de todas estas comodidades, el hotel -que se inauguró a finales de 2009- se caracteriza por haber hecho carrera desde entonces para ser uno de los más ecológicos del mundo, certificado por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. En búsqueda de ese logro, el hotel fue incorporando novedades, a cada cual más sorprendente. Por poner sólo unos cuantos ejemplos, el edificio ha implementado el primer sistema de refrigeración y calefacción de Dinamarca mediante aguas subterráneas, con el que se tiene la expectativa de reducir la energía utilizada en el hotel para calefacción y refrigeración en casi un 90%. Segunda novedad: se utilizan secadores de mano y lámparas de bajo consumo, y las bombillas de todo el centro por descontado.
26 euros por pedalear
En un alarde de consumo energético eficiente, el hotel -que ofrece 366 habitaciones con una equipación a prueba del más mínimo detalle- instaló el mayor parque de paneles solares que existe en Europaintegrado en un edificio; de hecho, las placas energéticas revisten todas las fachadas soleadas del inmueble. Con esto, la dirección del hotel no se achantó en su empeño y, desde el pasado 19 de abril, en el gimnasio del hotel reposan unas singulares bicicletas. Durante el próximo año, todos los huéspedes que se suban a ellas y produzcan diez vatios hora o más recibirán una comida de regalo, lo que equivale, en dinero contante y sonante, en 200 coronadas danesas o 26 euros aproximadamente.
La regla de oro que utiliza la dirección del hotel es la siguiente: un huésped que pedalea a 30 kilómetros por hora, de velocidad media, durante una hora, genera 100 vatios/hora de electricidad más o menos. Además, desde las bicicletas se puede seguir cuánta electricidad van produciendo a través de iPhone puestos en los manillares. «Nuestros clientes son eléctricos», se felicitan en el Crowne Plaza, porque se ponen en forma, reducen su huella de carbono y ahorran electricidad y dinero, que nunca va mal. Allan Agerholm, general manager del hotel, señala que será muy «interesante ver el número de invitados que participarán y la cantidad de electricidad que generarán». Según explican en el hotel, la electricidad que logran producir sus clientes se almacena en una batería y pasa a formar parte de la principal fuente de alimentación de las instalaciones.
La electricidad que producen los clientes pedaleando, se almacena en una batería y pasa a engrosar la principal fuente de alimentación energética del edificioDurante la fase de promoción del hotel, el viceprimer ministro de Dinamarca Lene Espersen expresó convencido: «Las empresas que asuman un compromiso responsable con el ecosistema tienen ventaja sobre sus competidores, ya que los viajeros de ocio y de negocios buscan, cada vez más, hoteles basándose en sus credenciales medioambientales»
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