Es harto conocido que los meses de Junio - Octubre , son los meses de lluvia en Cuba . Y que ademas aparezcan tormentas tropicales y huracanes es normal. Sin duda alguna lo peor de estos son los huracanes y por suerte no todos los años hace el mismo daño al no llevar la misma fuerza. Pero siempre pasa alguno aunque sea rozando la Isla.
Sabiendo esto lo que me pregunto es el porque cuando programamos un viaje a este país decidimos hacerlo precisamente en estas fechas. Las personas con hijos en edad escolar es posible que no tengan otra fecha a elegir , pero los demás ??, cual es el motivo. Y sobre todo una vez que hemos elegido ir en las fechas mencionadas, el porque le damos tantas vueltas y preocupaciones sobre este tema si en todos los foros y paginas web, ademas de las agencias de viajes, nos informan de los riesgos que hay el viajar en los meses de verano.
Que yo sepa no es obligatorio tomar vacaciones en estos meses, al menos aqui en España. Es mas, muchas veces le haces un favor a la empresa tomando vacaciones fuera de los meses de verano, y en mi caso hasta lo gratifican. Esto quiere decir que si tenemos pensado en viajar al Caribe lo mejor es ir en otros meses. Los mejores van desde finales de Noviembre a Abril -Mayo.
En estos meses tienes muchas ventajas. Menos turismo. Mas barato. No tienes problemas con el alquiler de vehículos. Las playas mas vacías y mas limpias. La temperatura del agua continua siendo la misma y puedes bañarte sin ningún problema.Encuentras casas particulares con mas facilidad. Puedes caminar sin el sudor pegajoso y la humedad casi insoportable de los meses de verano... en fin son muchas las ventajas.
Mi recomendación es que aquel que quiera viajar a Cuba ( Caribe en general ) programe sus vacaciones fuera de los meses de verano. Son muchas las ventajas y te quitaras muchas preocupaciones.
Os dejo una foto de como esta la situación al día 31/8
Lamentablemente ha llegado el final de agosto y con él llega también el final de la mayoría de las vacaciones, ahora es el momento de mostrar a nuestros amigos las fotos que hemos hecho de esas exóticas playas, esas hermosas ciudades o esos pequeños y encantadores pueblos de montaña.
Pero todos hemos sufrido sesiones aburridísimas de algún amigo que nos ha contado su viaje a cualquier parte en centenares de soporíferas fotos, así que hay que procurar no seguir ese ejemplo y que las sesiones en las que mostramos nuestras vacaciones no sean un peaje que obligamos a pagar a nuestras amistades sino una ocasión de disfrutar de buenas fotos ofrecidas en un formato interesante.
Así, exponer nuestras fotos puede y debe ser considerado un paso más del proceso creativo, si me permiten la cursilería, y por lo tanto hay que prestarle la atención que se merece. Por eso, hoy les ofrecemos una serie de pequeños trucos para que sus sesiones de fotos viajeras mejoren y sus amigos no huyan despavoridos cuando les menciona la posibilidad de un "pase" en su casa.
1. Seleccione a fondo Este es el principal "mandamiento" en estos menesteres: debe hacer una selección muy estricta de todas sus imágenes, dejando sólo aquellas que realmente valga la pena mostrar y pensando en que no debe prolongar la exposición durante demasiado tiempo. El problema del exceso de fotografías es todavía más agudo con las imágenes digitales: como cada disparo no implica un coste como en el caso de los carretes tiramos más y más fotos, así que en su selección no debe eliminar sólo las imágenes defectuosas, sino que también las que sean muy parecidas, las que se repitan sobre el mismo motivo, aquellas que no sea fácil integrar en una narración coherente...
2. Cuente una historia, ordene La mejor forma de aburrir a la gente es mostrar una larga serie de fotografías sin orden ni concierto alguno, así debe ordenarlas de forma que cuenten una historia que pueda seguirse. Lo más fácil y que siempre funciona es un orden cronológico, desde el inicio al fin de su viaje, pero también puede hacer "capítulos" según los distintos lugares visitados, las actividades que hayan desarrollado o incluso por días.
3. Adáptese a su público Piense en los gustos e intereses de aquellos a los que ha de mostrar sus fotos y, en la medida de lo que sea posible, adapte su presentación a ellos: más arte si a sus amigos les interesa, animales para aquellos que les gusten, comida si son glotones...
4. Mezcle monumentos, personas, paisajes... Sin caer en el desorden del que hablamos en el punto 2 lo mejor es que durante su presentación vayan alternandose distintos tipos de fotografías: paisajes, retratos, monumentos, de forma que resulte más variada y entretenida.
5. No se conceda demasiado protagonismo Creo que lo más aburrido del mundo son esas presentaciones en las que lo único que se ve es "nosotros delante de esto, nosotros delante de aquello, nosotros con este, nosotros aquí, nosotros haciendo una cosa y la contraria...". Incluso si ha seguido nuestros consejos para hacerse fotos viajeras es mejor que recuerde que el protagonista de la presentación no es usted, sino el viaje.
6. Piense en su presentación a la hora de hacer las fotos Si mientras está usted haciendo el viaje tiene en mente que luego quiere mostrar las fotografías eso hará que tenga otra actitud, más alerta y seguro que encontrará imágenes que pueden servirle para esto o aquello en sus presentaciones. Piense que todo es el mismo proceso que se inicia incluso antes del viaje y que acaba cuando muestra sus fotos. Por ejemplo, un cartel puede dar una información valiosa dentro de su presentación.
7. Elija un programa y conózcalo en profundidad Hay multitud de programas que permiten hacer este tipo de presentaciones de una forma más o menos sencilla y rápida, algunos incluso son gratuitos como el Photo Story 3, pero más allá de recomendarles uno u otro mi consejo es que trabajen siempre con el mismo y lo conozcan en profundidad, lo que les permitirá trabajar de forma más eficaz y les ayudará a desarrollar un cierto "estilo personal".
8. No maree, no se complique Todos esos programas le ofrecen una gran variedad de transiciones entre imágenes que pueden dotar de expresividad e interés a su exposición, pero si las usa con demasiada "alegría" pueden convertir su presentación en algo bastante mareante y en la que las verdaderas protagonistas, las fotos, acaben pasando desapercibidas.
9. Cuidado con la "selección musical" Puede parecer una tontería pero elegir un fondo musical adecuado es más difícil de lo que parece, procure que se adapte al ritmo que quiere imprimir a su exposición y tampoco es mala idea que tenga alguna relación con las imágenes que está mostrando (poner música propia de los distintos lugares que aparecen en las fotos siempre le dará "sabor" a la exposición), y recuerde que su canción favorita puede ser estupenda, pero no siempre será la más adecuada para servir de fondo a sus fotos.
10. ¡Haga un libro! Otra forma algo más tradicional de mostrar nuestras fotografías es ponerlas en un álbum, algo que ahora es mucho más fácil y divertido hacer gracias a las aplicaciones que nos permiten crear nuestros propios libros a través de la red y recibirlos cómodamente en casa. Esta opción puede ser menos espectacular que una exposición con música y cuidadas transiciones, pero no necesitará de una pantalla para mostrarlo y, además, tendrá un recuerdo más especial de sus vacaciones.
El Tíbet es, sin dudas, una de las regiones más hermosas y, a su vez, más misteriosas del mundo. Una región que vale la pena conocer pero que, lamentablemente, debido a su situación socio-política se encuentra con sus fronteras cerradas y, por tal motivo, los turistas no pueden ingresar. Todo ello sucede desde el 14 de marzo cuando los disturbios de los tibetanos que buscan independizarse de la opresión china se alzaron contra ese gobierno y los disturbios se hicieron cada vez más fuertes
Pues ahora, el presidente regional tibetano, Qiangba Puncog, indicó que las fronteras podrían reabrirse para el turismo internacional a partir del próximo mes de junio. Actualmente la entrada del turismo al Tíbet se restringe solo a los ciudadanos chinos quienes lo hacen con la advertencia de las autoridades respecto a no poder garantizar su seguridad.
El futuro acuario de Copenhague se convertirá en una de las joyas de la arquitectura moderna. Diseñado por los daneses 3xn tras vencer un concurso en el que habían diversos proyectos en la mesa, sorprenderá tanto por sus formas exteriores como por el lujo que podremos disfrutar en su interior. La propuesta se llama Whirpool (remolino). No es de extrañar si nos fijamos en las diferentes alas del edificio que van a parar a un hall central simulando la forma de un remolino de agua
No sé si se puede hacer en otros lugares del mundo, aunque supongo que no es demasiado común, desde luego, la única vez que he andado por el tejado de una catedral fue en el impresionante Duomo de Milán, un día nublado de hace ya demasiados años, en lo que fue mi primer viaje a Italia.
Había ido a la ciudad lombarda por motivos laborales pero conseguí reservarme día y medio, más o menos, para hacer un poco de turismo. La verdad es que eso no daba para mucho pero tampoco Milán es una ciudad italiana al uso, de esas que no se agotan en una semana de monumentos y visitas, así que en esas pocas horas sí tuve tiempo a ver lo más importante. Con una excepción: tras varios lustros cerrada al público por un complejo proceso de restauración no pude ver la Santa Cena de Leonardo Da Vinci... por adelantarme siete tristes días a la inauguración oficial.
Sí que pude ver el Castelo Sforzesco, las Galerías de Vittorio Emmanuelle y, por supuesto, la enorme catedral. Il Duomo milanés es un edificio peculiar en muchos sentidos: tiene un tamaño absolutamente descomunal (es una de las iglesias más grandes del mundo), un estilo arquitectónico tan personal como inconfundible y tardó casi 600 años en construirse, lo que probablemente constituya un récord dentro de las grandes catedrales europeas.
De mi visita, que como les digo fue hace ya demasiados años, recuerdo un interior bastante oscuro (era un día muy nublado y las vidrieras dejaban pasar poco más que un hilo de luz) que excepto por su enormidad y su altura no me llamó demasiado la atención, pero no puedo decir lo mismo de la excursión a las alturas que disfruté por el exterior.
No sé si había ascensor pero yo elegí unas tortuosas escaleras, un esfuerzo que se vio compensado más que de sobra al llegar a la cima. La Catedral es muy alta (su aguja central supera los 100 metros) así que desde su tejado se divisaba todo Milan. Lo mejor era, no obstante, el fantástico espectáculo de las decenas de estilizadas agujas que se elevan, con estatuas en su punto más alto, como desafiando desde las alturas a toda la ciudad.
Por otra parte, al rato de contemplarlas uno comprendía que las agujas y sus estatuas en realidad no se enfrentaban a la ciudad sino que hablaban con ella, con los edificios altos y modernos como el "Pirellone", o con los no tan altos y no tan modernos que ocupan la mayor parte de la ciudad y que permiten que, desde los casi cien metros del techo de la catedral, sentir el poder que representaba (y quizá aún represente) la mole de mármol que, paradójicamente, tenemos bajo nuestros pies.
Cuando una ciudad es durante más de 1.500 años capital de hasta tres imperios algo debe tener y algo le debe quedar. Estambul, Bizancio, Constantinopla... distintos nombres para distintas ciudades que se superponen en un prodigioso montón de historia y belleza.
La capital de Turquía es sin duda una de las ciudades más hermosas e interesantes de Europa, y visitarla es un viaje que nadie dedebría dejar de hacer al menos una vez en su vida. Espero que las fotos reflejen al menos en parte esa belleza y ese interés.
Por cierto, las imágenes son, por primera vez en esta serie, escaneadas desde mis viejas y queridas diapositivas. Y que no se me olvide darle las gracias a Pictobrowser por su útil herramienta.
La edición digital del prestigioso Times londinense dedicaba hace unos días un curioso reportaje a las 10 habitaciones de hotel más sexys del mundo. El concepto "sexy " aplicado a una habitación puede resultar un tanto extraño, pero la verdad es que todos hemos experimentado alguna vez cierta sensación de calidez, no exenta de un punto picante, al entrar en una habitación que nos gustaba de un hotel o una casa rural. Incluso hay establecimientos que de alguna forma hacen de esa faceta uno de sus reclamos principales.
Volviendo a la clasificación del Times, no sé si las 10 propuestas son las más sexys del mundo y, de hecho, alguna hay que me parece rematadamente poco sexy, pero sí que hay que reconocer que todas son ciertamente lujosas (y nada baratas) y que se ha hecho una selección de lo más heterogénea de destinos, desde ciudades siempre relacionadas con los viajes y el lujo como Nueva York y París hasta hoteles absolutamente impactantes ubicados en países del tercer mundo como Tanzania o Jamaica, pasando por las inevitables Seychelles, los Alpes suizos o un castillo en Francia.
Pero vayamos al grano, las 10 habitaciones de hotel más sexys del mundo son:
1. La Playhouse del hotel SohoHouse, en Nueva York
Si bien no es un país muy elegido por el turismo mundial, Canadá es un país que eligen millones de empresas a nivel mundial para ubicar sus oficinas centrales, dada la tranquilidad y estabilidad que posee
Canadá es el segundo país más grande y el país independiente más septentrional del mundo, y ocupa cerca de la mitad del territorio de América del Norte, la capital de este país es Ottawa que posee sectores muy hermosos y una temperatura calida casi todo el año. Canadá es una nación industrial y tecnológicamente avanzada, ampliamente autosuficiente en energía gracias a sus relativamente extensos depósitos de combustibles fósiles, generación de energía nuclear y energía hidroeléctrica. Su economía se ha basado tradicionalmente en la abundancia de recursos naturales y el comercio.
Puerto Rico: es, sin dudas, un destino paradisíaco y muy romántico. Por tal motivo, las autoridades de turismo de aquel país han decidido una nueva estrategia en materia de promoción. ¿Cuál? Pues ofrecerlo como un destino para el turismo de bodas de modo de atraer al mercado norteamericano.
Es que Puerto Rico tiene mucho para ofrecer… un clima benévolo, una naturaleza increíble, accesibilidad, cultura, historia, hospitalidad e infraestructura. Sin dudas, una ecuación perfecta para atraer a las parejas que decidan contraer matrimonio allí, en medio de este maravilloso contexto. De este modo, el plan de los portorriqueños consiste en publicar anuncios en revistas especializadas para novias, en páginas de internet dedicadas a las bodas y en las tiendas de trajes de novia de os Estados Unidos. Así, la promoción ofrecerá a Puerto Rico como el sitio ideal para la boda y la luna de miel… una oferta difícil de rechazar para las parejas.
Oporto es una ciudad sucia, con un aspecto algo abandonado y, en la mayor parte de sus zonas turísticas, da una inequívoca apariencia de pobreza. Es vieja y está llena de arrugas como una anciana, pero también es hermosa, fresca y luminosa como una actriz.
Y tiene el río, el Duero, el viejo Douro, que sería capaz de refrescar y embellecer la ciudad más fea del mundo. Y las bodegas, las calles con sus cuestas, los puentes de hierro...
Oporto se vuelca hacía el río con una brusquedad que sólo se puede entender cuando, como hice yo, se llega al borde del Duero en un caluroso día de agosto y recibe el fresco abrazo de las aguas. Para ello se ha tenido que descender desde la parte alta de la ciudad, sobre todo desde la Avenida de los Aliados más plaza que otra cosa a pesar de su nombre, y pasar luego por la espectacular estación de trenes y por la terraza junto a la catedral, desde la que tendremos un primer punto de observación privilegiado sobre parte de la ciudad y el río.
A partir de allí las calles estrechas con vertiginosas pendientes buscan el agua con la avidez de un sediento, y cuando la encuentran disfrutan de un río amplio, tranquilo y hermoso, que recorre sus últimos kilómetros pausadamente, como queriendo disfrutar también de la ciudad que lo contempla en un cruce de miradas que es como el de una pareja de ancianos, que se aman todavía y que aman poder seguir amándose a través de los años.
Es, y no quiero hacer un juego de palabras con su famoso vino, una ciudad con sabor, de esas en las que aun hoy se percibe la maduración que les han dado los siglos de ajetreo, con calles hechas al fuego lento de los años y no con la planificación "moderna y racional" de un acontecimiento tan espectacular como olvidable.
Pero es un sabor complejo, que sólo los buenos viajeros sabrán paladear y que, como los grandes platos y los grandes vinos, debe degustarse con calma, deteniéndose en cada sorbo, en cada esquina, y siendo consciente de lo excepcional que es que, a través de los años, ese bocado haya llegado hasta nosotros.
Durante nuestro viaje a Cuba nos alojamos en diversas casas particulares y en un hotel. Aquí dejamos los datos de estos lugares, los que recomendamos ampliamente. Los precios son por habitación. Lamentablemente, no tomamos fotos de las casas de Asela en Santiago ni de la de Merle en Trinidad.
Santiago de Cuba La Casona de San Jerónimo (25 CUC con enorme desayuno incluido) Sra. Asela Ulloa Franco San Jerónimo 571 (Entre Reloj y San Agustín) Tel. (53-22) 620-768 E-mail: lacasonadesj@yahoo.es web: casasantiago.topcities.com
La habitación en la que estuvimos es nueva, enorme, con baño y aire. Además de una cama adicional. Es una casona antigua, con 2 patios en una zona tranquila y cerca del centro. Impecablemente limpia. La Sra. Asela es muy amable y operativa.
Baracoa Casa Bella Vista Sra. Onoria Delgado Leyva (15 CUC la habitación) Calixto García 55 (Entre Coliseo y Peralejo) Tel. (53-21) 64 3883 E-mail: c.bellavista@yahoo.com / alexllegra@yahoo.com
Habitación en el piso de arriba, se puede acceder por el interior de la casa o por una entrada independiente. Tiene un balcón con hermosas vistas a la bahía. Baño privado y aire acondicionado. Comidas y desayunos riquisimos y abundantes. La Sra. Onoria es amorosa. http://img292.imageshack.us/img292/3095/90marianacononoriada5.jpg
Trinidad Casa de Merle C/ Ernesto Valdéz Muñoz 52 entre Julio A. Mella (Guásima) y Jesús Menéndez (Alameda) Tel.: 994194 Situada en una zona muy céntrica y cerca de la Casa de la Música. Dispone de dos habitaciones con aire acondicionado y baño particular. Cenas y desayunos excelentes, y ni hablar de los zumos del Tío Cecilio.
Alexis Benitez Inchauspi (25 CUC la habit. doble) Calle Jesús Menéndez 204 (Entre Juan M Márquez y Fernando Echerri) Tel. 993527 movil 53 52963850 Frente a la Casa de la Trova y a una cuadra de la Casa de la Música. Ideal ubicación para salidas nocturnas. Enorme habitación con baño y entrada independiente. Familia amigable incluyendo una simpática cotorra. Comidas excelentes y abundantes. Con Aire Acondicionado. http://img292.imageshack.us/img292/6706/93habitacincasaalexisbx1.jpg
La Habana En Centro Habana: Casa de Martica y Miguel (20 CUC) San Nicolás 164 (entre Animas y Virtudes) Tel. 862 5424 Matrimonio excepcional, te hacen sentir como en tu casa. Habitación con aire y baño privado. http://img292.imageshack.us/img292/1716/95habitacincasamarticaymh1.jpg
En Vedado: Mary y Juanito (25 CUC) Calle K Nro 503 Apto 1 E/25 y 27 Tel. 832 9989 E-mail: jluiscu @ hotmail.com Residencia de alto nivel. Habitación con aire acondicionado y nevera en la habitación. A una cuadra del hotel Habana Libre. http://img124.imageshack.us/img124/9057/98habitacincasamaryyjuamx3.jpg
Playa Maguana Estuvimos 2 noches en el Hotel Villa Maguana, en la Playa Maguana. Cuesta 75 CUC con el desayuno incluido. Vale inmensamente la pena: la comida es excelente, se cena a la orilla del mar, se duerme en una habitación preciosa de madera con balcón al mar y tiene una pequeña cala privada, por si al viajero le fastidian los vendedores de playa. Si quieren un "lujo" en sus vacaciones, este es para mí el lugar ideal para olvidarse que el mundo existe, pero sin el plan guiri de los TI. Web: www.villamaguana.com http://img124.imageshack.us/img124/3832/38habitacindelavillamagge1.jpg
Dinero Nuestro viaje fue de 16 días, dos personas (matrimonio), transporte en Viazul, recorriendo Habana - Santiago - Baracoa - Trinidad - Habana. Dormimos en casas particulares (20 CUC siempre excepto 25 CUC en Habana (Vedado) y 15 CUC en Baracoa). Desde Baracoa fuimos a la Playa Maguana y nos quedamos a dormir 2 días en el hotel de allí (75 CUC la noche). Por regla general, desayunamos en las casas donde nos alojamos. Almorzábamos muy ligeramente y luego cenábamos bien, a veces en las casas, a veces en paladares y a veces en restaurantes. En total, gastamos 1000 euros. No me pareció para nada caro. Por ejemplo, no son muchos los países del mundo en los que es posible que 2 personas se alojen por 15 euros en casonas coloniales con todas las comodidades. Nosotros llegamos a todos los bares solos, no aceptamos sugerencias de nadie en las calles sobre casas ni lugares para comer o para salir por la noche. Siempre tratábamos de tomar la carta de precios de los sitios para comer nosotros mismos. Mi esposa tomaba una y yo la otra para ver si era igual, por ejemplo. En dos o tres oportunidades la cuenta era superior a lo que consumimos, reclamamos y se solucionó a nuestro favor. Nunca tomamos el primer taxi en ningún sitio. Siempre preguntamos a 3 o 4 para tantear los precios. ¿Qué es posible gastarse 3000 euros en una semana? Claro que sí, pero también es posible gastar un tercio de eso en dos semanas y siendo dos personas. Nosotros comimos todos los días, la pasamos genial, pero no dilapidamos el dinero. Incluso al Castillo del Morro, en Santiago, fuimos en la guagua, que costaba 0,20 CUP mientras que la excursión organizada cuesta 17 CUC. Y aquel viaje en la guagua Nº 213 fue excelente, más allá de la incomodidad por lo repleta que va: fue una forma muy genuina de conocer gente maravillosa, diferente de los vividores de turistas. Es decir, todo depende de cada quien.
Jineteros A nosotros no nos resultaron tan molestos como se ha dicho mucho por el foro. Es cierto que los hay, pero al menos en nuestro caso, en el 80% de los casos bastó con no responderles. Al 20% restante que es más insistente, bastó con decirles “no necesito nada” de manera algo descortés, pero no fueron más de 2 o 3 casos en todo el viaje. Incluso, más molestos que los jineteros resultan los vendedores de artesanías (sobre todo en el oriente), los vendedores de cualquier cosa en la playa (sobre todo en Maguana) y quienes simplemente piden una lapicera o una camiseta (sobre todo en Santiago). De todas maneras esto es una pavada absoluta comparado con tener que preocuparse de un atraco como ocurre en cualquier parte del mundo, excepto en Cuba, donde prácticamente se puede andar a cualquier hora por cualquier sitio, guardando un lógico sentido común.
En ésta ultima parte y final, recorreremos algunos interesantes datitos más acerca de las costas más ideales para bucear alrededor del mundo.
En las cercanías de la frontera de Tailandia y Myanmar se encuentran las aguas de una sucesión de islas en el mar de Andaman. Hay una zona denominada Desierto del Buceo con una selecta selección de sitios muy poco visitados que se ven precisos para la práctica del buceo. En Koh Bon se encontraran con pececillos de caza, tiburones ballena, impresionantes rayas y enormes tiburones leopardo. Richelieu Rock es un lugar también muy diverso en fauna marina y mundialmente reconocido por los buceadores más expertos ya que no sólo hay peces allí, sino que hay muchas formas de vida en sus laderas coralinas. Para visitar estas islas se ofrecen salidas a bordo de un crucero de lujo, el Océano Rover, que comienza su itinerario en Phuket.
MEJORES COSTAS II
La lista de sitios idóneos para la práctica del buceo, es tan larga que continuaré con una tercera parte para no aburrirlos, aún así sé que todavía quedan muchísimos más en algún lugar recóndito del mundo.
Las islas de Cocos y Malpelo, en el Pacifico Oriental son islas que reciben visitas casi únicamente de los buceadores que han sido dateados acerca de sus bondades además de los guardacostas colombianos y algunos pocos buceadores de Costa Rica. En isla de Cocos se encuentran tiburones martillo, tiburones sedosos y una multitud de especies marinas, en medio de arrecifes de colores de textura suave. A lo largo de estas islas se realizan exclusivos safaris en barco, casi todos los itinerarios duran alrededor de dos semanas y es para los turistas, la única manera de acceder a todos los rincones de estas aisladas islas.
Hacía tiempo no leía nada acerca de las esponjas de mar, resulta ser que en El Mar de Bismarck, Papua Nueva Guinea hay miles, junto a corales, babosas y todo tipo de mini criaturas rastreras del mar que alberga una rica biodiversidad marina. Las jornadas de buceo se pueden realizar durante las noches, convirtiéndose en un recorrido apto solo para los valientes. Por el día, el Mar de Bismarck ofrece la vista de langostas y cangrejos, peces escorpión enanos y caballitos de mar pigmeos. En la Walindi Plantation Resort en Kimbe Bay, se han encontrado más de 800 especies marinas. En Malasia, la isla de Sipadan es un imán para los peces en sus tipos como la barracuda y caballo de ojos de gato dan vueltas junto a tortugas carey y tortugas verdes. Los arrecifes de Mabul y Kapalai son ideales para observar peces mandarina, avispas de mar y otras especies extrañas.
MEJORES COSTAS III
Continuando con las mejores costas para bucear alrededor del mundo, para satisfacción de los buceadores, encontramos sitios idóneos para el buceo en el grupo de islas frente a la punta de Sulawesi, en Indonesia. Este rincón indonesio tiene una de las biodiversidades marinas más ricas del planeta, entre las especies que se cuentan pescados, gusanos planos, caballitos de mar pigmeos, hermosos corales, y muchos mas pescados
En Indonesia encontraran el Bunaken National Marine Park, un rincón fantástico para encontrar especies de todo tipo sin tanto esfuerzo. Sin dudas las costas indonesias deparan muchas sorpresas, vistas impresionantes de tiburones y peces. En la zona se arriendan estanques de oxigeno y todo tipo de implementos para bucear
Otro sitio interesante para descubrir el fondo marino son las fabulosas y cristalinas aguas de las islas Maldivas, especialmente entre los meses de Mayo y Septiembre se pueden ver manta rayas, tiburones, tortugas y peces, una especie de atolón y arrecifes muy coloridos son algunos de los atractivos más deseables en estas islas ubicadas en la mitad del Océano Indico. En las Maldivas las excursiones y expediciones marinas son espectaculares, bastante caras por cierto, pero muy completas.
Como no mencionar el Pequeño Cayman, en British West Indies, una isla chiquitita que alberga el Bloody Bay Wall y Jackson´s Point, con un acantilado de coral impresionante. El agua es clara y transparente, hay excursiones con alojamiento incluido en el Club Estrella de Sur, a precios bastante elevados también, sin embargo bien vale la pena la aventura por este inhóspito y atractivo lugar. Bien lo sabe un verdadero amante del fondo marino, que es capaz de alojar hasta en carpa en las orillas del mar con tal de practicar su pasión.
MEJORES COSTAS IV
Si eres un aficionado al buceo, o buceador profesional, entonces saber acerca de las mejores costas para practicar el deporte amado será un buen aporte a para planificar sus próximas vacaciones
La costa de la reserva marina de Maputaland, ubicada en Rocktail Bail, Kwazulu natal en Sudáfrica ofrece un mar repleto de coloridos y atractivos peces tropicales. Rocktail Bay Lodge tiene un barco de buceo que ofrece un paseíto por estas tranquilas costas, se cuenta que allí se vio delfines con nariz de botella y ballenas jorobadas, se imaginaran que maravilla es eso, ver grandiosas manta rayas, tiburones tigre y tiburones ballena son un espectáculo único que no se pueden perder. Entre los meses de Noviembre y Febrero se produce la incubación de tortugas a lo largo de toda la playa de Manzengwenya.
La fabulosa Polinesia no podía faltar en esta selección de balnearios aptos para el buceo con mayor trascendencia para un deportista de los fondos de los mares. En Rangiroa, el segundo atolón más grande del mundo que permite el recambio de agua marina dos veces en el día, es un sitio idóneo para compartir junto a decenas de tiburones grises nadando en medio de los arrecifes, delfines, mantas, tiburones martillo y peces dejan una impactante sensación, mas aun nadando sobre uno de los atolones mas grandes del mundo, donde la imaginación comienza a correr imaginando su pasado y reviviendo la vida del volcán oculto en esa arena. La Polinesia siempre ha tenido secretos inexplorados, sus mares son prueba de ello, así que esta vez no lo dejen en el olvido y lleven todos los implementos que les ayuden a registrar una inigualable aventura marina.
Último post de este primer apartado dedicado a la historia de nuestro destino, Ámsterdam, donde cuenta la leyenda que dos pescadores se encontraban faenando con un perro. Éste, mareado, saltó desde el barco a tierra firme para expulsar el contenido de su estómago y así los dos hombres se convirtieron en padres de Ámsterdam. Realmente esto es una leyenda que dista bastante de los orígenes de esta interesante ciudad donde su escenario fluvial ha sido durante años su alma vital y sus canales han sido y son, sus arterias por las cuales discurre la vida de Ámsterdam, que como nota curiosa tiene más de 165 canales, bastantes más que en Venecia, que es la ciudad con más fama en lo referente a canales.
Los inviernos suelen ser bastante fríos aquí en la ciudad y suelen venir acompañados de bastantes precipitaciones, aunque es una oportunidad única de ver a los locales patinar sobre los canales helados, una estampa que gusta a todo el mundo, y por que no, también intentar patinar sobre hielo si no se ha hecho nunca. Nosotros dejamos este primer apartado dedicado a la historia y nos vamos a meter de lleno en el tema de las visitas donde conoceremos de primera mano los mejores lugares de esta ciudad para disfrutar al máximo de nuestra visita.
Y estará abierto en el año 2012 y, por supuesto, si disponen de tres millones de euros ya pueden hacer la reserva.
Bueno, más que español hay que decir que Galactic Suite es un proyecto liderado por por un español, Xavier Claramunt, que presentó su proyecto a la prensa ayer (un día singularmente poco afortunado para presentar un proyecto turístico) y que afirma, como decimos, que en el 2012 llevará a turistas a su hotel espacial, situado a 400 kilómetros de la superficie terrestre y con unas vistas que podrán presumir de ser las mejores de La Tierra o, al menos, las mejores vistas que se puede tener de La Tierra.
La página web del proyecto resulta interesante, aunque he de decir que me transmite una cierta sensación de vaguedad que no ayuda a la credibilidad de un proyecto que, queramos o no, sigue sonándonos un poco a ciencia ficción y cuyas imágenes, por supuesto recreaciones virtuales, nos recuerdan más a 2001 que a un resort en el Caribe, como por otra parte es lógico :-).
De todas formas, tendremos que ir acostumbrándonos, no sé si en 2012, 2011 o 2020, pero pronto los viajes turísticos al espacio dejarán de parecernos ciencia ficción para convertirse en una posibilidad, primero para millonarios más o menos excéntricos y, con el paso del tiempo, al alcance de un porcentaje importante de los turistas.
La pregunta es: ¿Llegaremos a verlo y disfrutarlo?
Como dije en la etapa anterior, fuimos a la Playa Ancón uno y cada uno de los cuatro días que estuvimos en Trinidad.
Hay tres maneras de llegar a la Playa Ancón desde Trinidad:
La primera, tomar un taxi. Cobran 8 CUC y llevan hasta cuatro personas.
La segunda, tomar un cocotaxi. Cobran 2 CUC por persona y pueden viajar hasta dos personas.
La tercera, el autobús turístico, de esos de dos pisos sin techo, como los que circulan por las principales ciudades europeas. Eso sí, su frecuencia no existe: circula cuando le viene en gana. Incluso nos dijeron que muchas veces hacía trámites particulares con el vehículo y como luego tenía que rendir el combustible utilizado, cancelaba algún viaje.
Lo que no me explico es cómo hacía para pasar desapercibido con semejante armatoste fuera de su ruta. En fin, si algún viajero consigue encontrarlo cobra 1 CUC por persona. Nosotros lo logramos una vez, para regresar desde la Playa Ancón. Eso sí, si van en el piso superior, agáchense porque los cables de electricidad pasarán a la altura de sus cabezas y no sería una muerte muy glamorosa ni muy heroica.
Nosotros siempre, las cuatro veces, fuimos en cocotaxi. Para regresar, es más difícil encontrar uno, así que volvimos siempre en taxi común, pero juntándonos con otras dos personas para abaratar costos, excepto una vez que, como dije, volvimos en el autobús turístico.
La Playa Ancón es una extensa franja de arena blanca y mar turquesa, un verdadero paraíso, sólo afeado por el horripilante edificio multicolor de estilo indescifrable que alberga al Hotel Ancón, sede mayoritariamente de golfos sexagenarios a la búsqueda de mulatas pulposas.
Obviando ese detalle, la Playa Ancón se deja disfrutar, con su ambiente relajado, que integra cubanos y turistas, completamente distinto a lo que sucede en los cayos.
El agua es tibia, no hay absolutamente nada de oleaje pero a pesar del color turquesa, una vez dentro del agua, ésta no es tan cristalina como en la Playa Maguana, pero esto poniéndonos muy exigentes.
Sin embargo, lo mejor que tiene la Playa Ancón son sus atardeceres: increíbles, con el sol poniéndose en el mar, en una verdadera bacanal de colores, un espectáculo voluptuoso y silencioso, mágico, colosal.
Eso sí, apenas el sol se pone hay que huir: llegó la hora de los jejenes, pequeños y temibles insectos que tiran a matar. Durante el día no molestan, pero en cuanto se va el sol, se arremangan y ¡a comer!
En la playa hay un chiringuito que vende algunos bocadillos. Uno de los que atendía, un moreno muy simpático, bautizado “Nairobi” por Mariana, era el que habitualmente nos atendía. Sus tareas incluían además recoger las tumbonas de la playa, luego del atardecer.
“Nairobi” cumplió siempre su labor con la máxima eficacia, hasta que llegó el día: se celebraba el cumpleaños de alguien vinculado al chiringuito. Los empleados decidieron, obviamente dejar de trabajar, y festejarlo como es debido: a puro trago.
No es posible describir con palabras el estado calamitoso en el que acabó el pobre “Nairobi”, frente apoyada en la mesa, piernas erráticas y brazos abrazando el vacío. Ese día las tumbonas quedaron dispersas por la playa, tristes por el abandono de su fiel amigo “Nairobi”.
Otra cosa sobre las tumbonas: son las más cómodas que he visto en cuanta playa he visitado. Increíbles: dan ganas de quedarse a vivir en ellas, y lo mejor es que son gratis. Pertenecen al chiringuito de la playa, pero nadie controla nada.
En ese mismo chiringuito siguió mi particular y desigual intento de saborear un helado en Cuba. Ya llevábamos más de diez días en ese país y no había podido tomar un solo helado, por las más variadas e insólitas causas. Pero faltaba la mejor: en el chiringuito no había helado, obviamente, hasta que un día llegó el camión de helados. Ante el júbilo de la multitud, que rápidamente se agolpó frente al mostrador, el responsable del chiringuito, muy suelto de cuerpo, guardó los helados en el freezer, los cubrió con una lona negra y anunció: “helados hasta mañana no hay, tengo que hacer el inventario”.
No hubo forma. Con gran desazón me retiré derrotado, pero con la enorme ilusión de volver al día siguiente.
Pues bien, me apersono 24 horas después y me dice: “helado hay, pero no tengo cuchara”, dándome a entender que no me podía vender el helado. Replico entonces: “pero me puede prestar un tenedor”. El tipo puso cara de estar asistiendo al descubrimiento de la vacuna contra la estupidez crónica, pero lo cierto es que me dio el tenedor y al fin ¡pude tomar un helado en Cuba!
Viaje de Trinidad a La Habana
“De mi ventana huye el barco
venido ayer de La Habana
saltemos del lecho al barco
¡Lucero de la mañana!”
Abordamos el Viazul, que parte muy temprano en la mañana, a esa hora en la que coinciden madrugadores con quienes vuelven de la juerga.
El autobús partió puntual como siempre. Luego de una hora de viaje llegamos a Cienfuegos. Desde la ventanilla del autobús vimos una ciudad cuidada y prolija. Alguna vez iremos a Cienfuegos.
Luego ocurrió algo increíble: el autobús se detuvo bruscamente frente a una vía de ferrocarril que tenía el aspecto de no haber visto pasar un tren durante décadas. Sin embargo, nadie en el autobús salió de su asombro cuando vimos pasar una zorra, de esas que son la “estrella” en la película “La vida es un milagro”, de Emir Kusturica. Pero lo increíble es que la zorra iba abarrotada de personas vestidas como para ir a trabajar. Así son los transportes en Cuba, donde el ingenio puede más que todo.
Luego el autobús llegó a la Autopista Nacional, una ambiciosa autovía de tres carriles por mano, digna del primer mundo. Sin embargo, el proyecto quedó a mitad de camino cuando la Unión Soviética colapsó y no se contaron con fondos para proseguir con las obras. Hoy la Autopista Nacional es una fantasmal autovía que acaba bruscamente en algún lugar de la provincia de Sancti Spiritus.
Cuando llegamos a la terminal de Viazul en La Habana, una camioneta de la misma empresa Viazul, ofrece a los turistas llevarlos al centro por 1 CUC, mucho más económico que el taxi.
Vedado
“Y en este hotel tocó Beny Moré
La noche que Al Capone
Perdió los pantalones
A la ruleta rusa con Fidel”
A diferencia de nuestro paso anterior por La Habana, esta vez decidimos alojarnos en el Vedado.
Para eso, en Trinidad, habíamos reservado por teléfono una casa particular: la de Pilar Palma, recomendada por la Guía Lonely Planet.
Al llegar, advertimos con preocupación que se trataba de un edificio en ruinas, con el ascensor averiado, bastante suciedad en el hall de entrada y sin ningún encanto.
Nos pareció extraño. Sabíamos que en Cuba y más todavía en La Habana, no se puede dudar: en cuanto alguien se detiene unos segundos en la calle, y más aún con el equipaje a cuestas, se acercarán “ganchos” con sus consabidas ofertas.
Decidimos que Mariana se quede en un bar; mientras, yo ingresaría al edificio. Subí por la escalera hasta el tercer piso, llamé al timbre y me atendió la misma Pilar Palma. El edificio es espantoso pero la casa está bastante bien y la habitación en buen estado. Volví al bar a buscar a Mariana y nos instalamos en la habitación. Igualmente, sólo teníamos sitio allí por un día, ya que luego la casa estaba reservada. Debíamos buscar casa para el día siguiente.
Salimos y en pocos minutos lo habíamos logrado. Es algo fácil, ya que en Vedado casi todas las casas rentan habitaciones. Nos decidimos por la casa de Mary y Juanito.
Logrado esto nos dirigimos a la Plaza de la Revolución. El camino fue: Calle G, pasando por el monumento a José Miguel Gómez, la arbolada Av. Universidad hasta la Avenida Salvador Allende y luego Av. Independencia hasta la Plaza.
La Plaza de la Revolución es imponente, con la mirada penetrante e hipnótica del Che, desde la pared del Ministerio del Interior, con esos ya icónicos, gruesos y negros trazos. Frente a él, se halla el monumento a José Martí, con forma de estrella y de 142 metros de altura.
En el medio, más de un millón de personas asistieron numerosas veces a escuchar los discursos de Fidel o del Che.
Posteriormente, tomamos la calle Paseo, y recorrimos la parte más elegante del barrio de Vedado, con sus casas residenciales venidas un poco a menos, pero que se resisten a perder su señorial belleza.
Cuando llegamos a la calle 17 giramos a la izquierda. Tres cuadras más adelante está el Parque Lennon. Se trata de una plaza normal, pero con una curiosidad: en un banco está sentada una estatua de John Lennon. Lo notable es que hay un tipo que le coloca los anteojos a John cuando alguien quiere la foto a cambio de una propina. Nosotros llegamos y no había nadie. Sacamos la foto y segundos después vimos al tipo de los anteojos, que se acercaba presuroso. Igual, no nos dijo nada, ya que la foto había sido tomada, imagino.
Eran ya las tres o cuatro de la tarde y no habíamos almorzado. A una cuadra del Parque Lennon está pan.com. Se trata de un sitio sencillo, que vende bocadillos. Muy barato y muy sabroso todo. Recomendable para quien quiera comer algo rápido y seguir el recorrido por La Habana, sin tener que perder mucho tiempo.
Además de la comida, saboreé un helado gigante, como venganza de todo lo que me costó conseguirlo los días previos.
Con la panza llena y el corazón contento seguimos el recorrido.
Tomamos la calle 10 hasta el Malecón, ya casi sobre el túnel que lleva a Miramar.
Caminamos por el Malecón hacia la derecha. Pasamos por el Hotel Riviera y por el Meliá Cohiba, y cuando llegamos a la esquina de Malecón y Paseo, ingresamos a las Galerías de Paseo, lo más parecido a un centro comercial que existe en La Habana.
Obviamente todo se vende allí en convertibles, a precios internacionales. Volvimos al Malecón y continuamos hacia la derecha. Pasamos el Monumento a Calixto García y nos dirigimos hacia la Tribuna Antiimperialista.
El paseo por el Malecón cuando cae el sol es un deleite para los sentidos: la vista capta el imponente paisaje, la yuxtaposición de épocas que representa el mítico malecón habanero; el oído siente el sonido del mar golpeando contra las rocas y salpicando una gotas de oasis que mitigan efímeramente el calor; el olfato incorpora ese aroma a humedad y a mar; a sal y a pasado glorioso; a presente esperanzando y a sol; a roca y a algas; a futuro; en definitiva, ese olor a Cuba que atrapa. Que no se olvida. Que hace que quien conozca La Habana ya no sea el mismo. Que se lleva en las vísceras.
Seguimos caminando y llegamos por fin a la oficina donde funciona la Sección de Intereses de Estados Unidos, lo más parecido a una embajada, ya que no existen relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.
Cuba ha acusado y probado repetidamente la injerencia de esa oficina en los asuntos internos del país. Lo último que han hecho los estadounidenses es colocar un cartel luminoso con grandes letras rojas en la pared del edificio, donde publican noticias de Estados Unidos y del mundo, mechados con llamadas a la población a revelarse contra la revolución.
Yo no puedo imaginarme la reacción que podría tener, por ejemplo, Francia, si por ejemplo España, pusiera en su Embajada de París un cartel luminoso llamando a la población francesa a derrocar a Sarkozy.
En fin. La respuesta de Cuba fue colocar frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos, unas banderas negras que recuerdan a los cubanos que murieron en atentados terroristas prohijados o alentados por Estados Unidos. Detrás de las banderas, se levanta la Tribuna Antiimperialista, donde se realizan los actos oficiales cubanos en los últimos tiempos, justo delante de la Sección de Intereses.
Estábamos viendo todo esto cuando un policía hizo sonar su silbato y nos ordenó seguir caminando. Vale decir que la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana está híper vigilada por la policía cubana, ya que el gobierno de la isla teme un autoatentado en ese edificio, que sirva como excusa para un ataque de Estados Unidos a Cuba.
Le hicimos caso al policía, pero dimos la última mirada. Lo cierto es que pasar por allí es obligado para quien visite La Habana. El lugar es un símbolo de la historia reciente y transmite la tensión entre los dos países.
Apenas se deja atrás lo anterior, se llega al Monumento a las Víctimas del Maine, un acorazado estadounidense que fue atacado… por Estados Unidos, y así justificar el inicio de su guerra contra España, a fines del siglo XIX. ¿Se entiende ahora la celosa protección de la Sección de Intereses por parte de la policía cubana?
Un poco más adelante se llega al Hotel Nacional. Aunque el viajero no se aloje allí es una visita obligada. El Hotel es casi un monumento a La Habana y a su historia. Por allí pasaron Frank Sinatra, Winston Churchill y connotados mafiosos estadounidenses que en la década del ’40 y ’50 convirtieron a Cuba en un prostíbulo gestionado por la mafia de Chicago y sus cómplices, las autoridades cubanas de entonces.
Ya de noche, tomamos la Avenida 23 hasta el Hotel Habana Libre, el otro “monumento” de la ciudad. El Habana Libre era el Hotel Hilton, que había abierto sus puertas en 1958. Pero luego de la revolución, en 1959, el Hotel fue expropiado y convertido en cuartel general del ejército rebelde. Fidel Castro fijó en la suite del piso 24 su despacho.
Poco tiempo después se convirtió en el Hotel Habana Libre.
Eran las ocho de la noche. Habíamos quedado en encontrarnos a las nueve en Coppelia con los amigos argentinos de Bahía Blanca, con los que compartimos el autobús de Baracoa a Trinidad.
Regresamos a la casa, nos duchamos rápidamente y a las nueve en punto estábamos en la puerta del Coppelia. Nos encontramos con ellos, fuimos a cenar a la Trattoria Maraka’s, un restaurante estatal que destaca por su atención y por sus sabrosas, abundantes y baratas comidas italianas. Muy recomendables las pizzas y las pastas, obviamente.
Luego fuimos a Coppelia por el postre, y finalizamos la noche bien entrada la madrugada por las calles de Vedado, disfrutando del aire fresco del mar, de la noche y de ese sabor de La Habana que todo lo tiñe con su magia cautivadora.
Habana Vieja
“Y a las barbas de la revolución
les salían más canas cada día,
y el mañana era un niño que mentía,
y todos se llamaban Robinsón”
Nuestro último día en Cuba. Mezcla de satisfacción, de alegría por haber logrado un viaje maravilloso con esa inevitable sensación de vacío que implica todo fin de fiesta.
Nos dispusimos disfrutarlo al máximo esa última jornada, dedicada a La Habana Vieja.
Tomamos un taxi hasta la casa de Martica y Miguel, en Centro Habana, a quienes les debíamos una visita. Luego, caminamos por el Malecón desde el Hotel Deauville hasta la Plaza de la Catedral, pasando por la feria de artesanías de La Habana.
Esta feria, montada fundamentalmente para turistas, es un salpicado de cientos de chiringuitos que venden más o menos todos lo mismo: camisetas del Che Guevara, llaveros, ceniceros, etc., mientras decenas de buscavidas pululan por los estrechos pasillos ofreciendo subrepticiamente puros o ron a los turistas.
Mucho más agradable es la Plaza de la Catedral. La bellísima Catedral de San Cristóbal de La Habana fue construida durante el siglo XVIII y cuanto más deteriorada, cuanto más absorbe el paso del tiempo, más impacta. Música convertida en piedra, la definió Alejo Carpentier.
Pasear por las coloridas y restauradas callejuelas de La Habana Vieja es un placer para la vista y a la vez un viaje en el tiempo.
Cerca de la catedral, el Castillo de la Real Fuerza y el Palacio de los Condes de la Casa Bayona nos transportan varios siglos hacia el pasado. El imperdible Museo de la Ciudad completa el cuadro, aportando los datos necesarios para entender la pintura completa.
La Habana Vieja gira alrededor de cuatro plazas, que forman un arco. En el extremo norte, la Plaza de la Catedral. En el extremo sur, la Plaza Vieja. Entre ambas, la Plaza de Armas y la Plaza de San Francisco de Asís.
Nosotros, luego de visitar la Plaza de la Catedral y su área circundante nos dirigimos a la Plaza de Armas, flanqueada por el Palacio del Segundo Cabo y la Estatua a Carlos Miguel de Céspedes, continuamente visitada por las palomas de La Habana que dejan allí su blanco recuerdo.
La Plaza de Armas es un rincón encantador de La Habana: sus árboles permiten burlar por un rato el omnipresente sol tropical y los innumerables puestos de venta de libros en pesos cubanos son una obligada parada literaria.
Saliendo de la Plaza de Armas hacia el sur se llega a la calle Obispo. A pocos metros de allí, La Bodeguita del Medio invita a dar un vistazo y tomar la foto de rigor y el Café París, con su música en vivo, a hacer un alto, comer un bocadillo, beber algo refrescante y continuar.
También por allí están las calles Mercaderes y Obrapía, donde se pueden visitar el Museo del Chocolate y la Maqueta de La Habana, mientras el caminante se acerca a la Plaza de San Francisco de Asís, rodeada por el edificio de la Lonja de Comercio y la Fuente de los Leones.
Finalmente, más al sur, la Plaza Vieja es seguramente la más deslumbrante de las cuatro plazas. Hasta bien entrado el siglo XIX fue un mercado público. Mucho más tarde, la dictadura de Batista la convirtió en un aparcamiento. Desde hace algunos años, se realizan trabajos de restauración buscando devolverle su brillo de antaño.
Promediando la tarde, nos dirigimos hasta el muelle situado al final de la calle Luz. Allí está el embarcadero de las lanchas que se dirigen a Casablanca, al otro lado de la Bahía de La Habana. Se paga en pesos cubanos y se demora unos 15 minutos.
Al llegar a Casablanca, el camino lleva al visitante hasta el imponente Cristo, construido de mármol blanco, que cual vigía, parece controlar el tránsito de embarcaciones de la bahía.
Siguiendo el mismo y único camino, una placentera caminata de un kilómetro nos llevó hasta el Complejo El Morro – La Cabaña. Allí se puede visitar el Castillo de los Tres Santos Reyes Magos de El Morro, la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña y el Museo de la Comandancia del Che, entre otros edificios vinculados a la actividad militar, además de presenciar a las 21 horas, la ceremonia del Cañonazo, rémora de época colonial, cuando un cañón arrojado al mar anunciaba que se cerraban las puertas de la ciudad. Hoy es una representación de la que disfrutan tanto cubanos como turistas. Es un buen final para la jornada.
Sin embargo, nada de todo esto se compara con disfrutar de uno de los atardeceres más míticos, más increíbles que puede dar este mundo, viendo el sol esconderse en el Estrecho de la Florida, mientras el serpenteo de luces y sombras del crepúsculo juegan caprichosamente con los desvencijados edificios de Centro Habana, el viento ondea las ropas tendidas en las terrazas y balcones, a la vez que los altos edificios de Vedado encienden sus luces y un viejo automóvil batistiano fatiga el Malecón, teniendo como único testigo cercano el tenue amarillo de sus cincuentenarios focos delanteros.
A medida que cae la noche, las infames letras rojas del cartel luminoso cobran brillo, derrotando fugazmente el enjambre de banderas negras que le recuerdan sus crímenes. Pero la silueta negra de un pescador de sueños emerge mágicamente en la pared del malecón, con el sol, cuan bola de fuego naranja, sirviéndole de fondo. Y el pescador mira la Bahía, con la tranquilidad de quien se sabe del lado correcto del agua, de esa bahía que separa dos mundos; en ese instante las letras rojas de la ignominia comienzan a languidecer, mientras en el bar del Castillo del Morro, Silvio anuncia soñar con serpientes, los mojitos combaten la brisa tórrida de La Habana y agudizan las percepciones. Ya noche cerrada, el pescador del Malecón era invisible, pero las letras rojas perdieron la batalla una vez más, como todos los días desde hace 50 años. Si hasta son innecesarias las banderas negras, si los canallas parecían desaparecer bajo el polvo de la historia de La Habana, mientras la voz de Silvio tronaba en el bar como su cañón de futuro.
¿Una despedida de La Habana? ¿O una tarjeta de invitación para regresar? ¿Ustedes qué piensan?