Aunque en este blog nos interesan más los viajes y el turismo desde otros puntos de vista, creo que no puedo dejar de comentar lo ocurrido esta semana en la India, en la que los turistas y las infraestructuras hoteleras han sido la víctima directa de los ataques de asesinos fanáticos. Además, y para mi sorpresa, ha sido éste un acontecimiento por el que los blogs españoles del ramo han pasado de forma prácticamente inédita, cuando a mi me parece que es importantísimo.
Según los datos que encuentro en la Red, la India recibió en 2007 más de 5 millones de turistas, una cifra importante pero que aún lo es más si la ponemos en perspectiva: en 2005 habían sido más o menos la mitad, 2,7 millones. Además, se trata de un sector peculiar: a pesar de que el país no es precisamente un paraíso de prosperidad (si bien es cierto que en los últimos años ha mejorado la situación económica) resulta que tiene tres hoteles entre los 10 mejores del mundo, precisamente de la cadena Oberoi, como uno de los atacados en Bombay.
Con esto quiero decir que si bien la cifra de turistas no es muy importante tanto la de negocio como la de empleados sí lo son ya que los hoteles en la India están sin duda bastante orientados al gran lujo, como también lo están los de Bombay.
Volviendo al inicio de este artículo, esa progresión y esas cifras seguro que se van a truncar tras lo ocurrido esta semana, tal y como apunta el Presidente de las Agencias de Viaje Catalanas en una noticia publicada en El Periódico ayer mismo. Las razones serán más o menos justas, desde luego el atentado ha sido impresionante pero eso no implica que el país entre en un dinámica de inseguridad (que puede que sí pero no lo sabemos en este momento) o que otras zonas no sigan siendo seguras; sin embargo (y como por otra parte es lógico) el turista es un ser de natural temeroso que no se detiene en finos análisis geoestratégicos sino que se deja llevar por sentimientos, en este caso por el muy natural sentimiento del miedo.
Les cuento una pequeña anécdota personal para ilustrar esta "sensibilidad" del viajero: en el año 2004 visité Egipto solo unas semanas después de los atentados del 11M en Madrid. Si bien es cierto que el país de los faraones tiene una "tradición" demasiado larga de ataques al sector turístico, los atentados habían sido en Madrid, a la puerta de nuestras casas y con una magnitud que nunca han tenido allí.
Pero cuando a unos días del 11M le decías a la gente que te ibas a El Cairo te miraban como si viesen a un OVNI y repetían una pregunta que parecía dictada: "¿Y tal y como están las cosas te vas para allá?". Y cuidado, estoy hablando de personas de clase social media - alta, con un nivel cultural relativamente alto y, en definitiva, probables viajeros.
En definitiva, que la violencia contra el sector turístico de países en vías de desarrollo es un golpe doblemente cruel, en primer lugar por lo más obvio, las vidas humanas que se pierden, pero también porque deja una huella muy difícil de borrar en un ámbito cada vez más importante para la economía de lugares en los que la diferencia entre tener un trabajo en un hotel o no tenerlo puede ser que toda tu familia coma o que todos pasen hambre.
PD.: Aunque no es español sí está escrito en español y el Blog de viajes sí ha tratado el tema con la calidad que lo caracteriza.
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