Bruselas y su niño que hace pis

Bruselas es una ciudad atractiva. Quizás, la frecuencia de días nublados y el clima frío ayuden a crear una atmósfera especial. Recuerdo Bruselas y tres cosas principales vienen a mi pensamiento: el "Manneken pis", la Gran Plaza y la cerveza.
El "Manneken pis" (nene que hace pis) es símbolo de Bruselas como el Obelisco en Buenos Aires, aunque sólo mide 3 por 3 metros en una pequeña esquina. Resulta que el niño está haciendo pis desde mediados del siglo XVII, y se dice por ahí, que por ese entonces la ciudad estaba asediada por invasores y tiraron algo así como una bomba (sí, en ese entonces existían) y el señorcito hizo pipí sobre ella, apagó la bomba y salvó la ciudad entera y la patria toda. Después, hablando con una francesa, me contó que hay muchas leyendas sobre qué hizo el nene, pero hice oídos sordos porque me gustó mucho más la de la bomba (resolución más rápida e inteligente que andar pensando "el cable verde o el rojo", hizo pis y asunto terminado). Igual, la francesa agregó sacando un poco de misticismo que "es para los turistas" aunque los locales le dan mucha importancia (todas las versiones aquí expuestas son de fuentes orales).



La Gran Plaza es deslumbrante. Es recomendable verla de día y de noche, tiene una belleza incomparable. La arquitectura de la misma desborda elegancia, es una típica imagen de cuando uno se imagina lugares de europa sin conocerlos.



Con respecto a la cerveza, hay muchos bares especializados, y hasta es muy variada en las tiendas que vendrían a ocupar el lugar de los kioscos argentinos. Recomendable desde la de un Euro que sirven con limón, y para los valientes, la de 12º de gradación alcohólica.
Si bien para recorrer Bruselas no es necesario tantos días como sí son necesarios para París (por ejemplo), es una ciudad muy recomendable, donde hay muchas etnias mezcladas, abundan los buenos bares (algunos con imrpovisación de jazz incluída), y la sensación que queda es que se respira cultura.

Las fotos fueron tomadas por mí en Enero de 2008.