LA TRANQUILIDAD DE MAR AZUL

Es difícil imaginar en la costa argentina una playa linda y a la vez que no esté atestada de gente, una playa en que se pueda estar tirado en la arena con un poco de intimidad y tranquilidad. Quienes busquen esto lo encontrarán en Mar Azul.
Ubicado 7 kilómetros a sur de Villa Gessel se encuentra este bosque con mar que juntos hacen una gran combinación, una verdadera opción diferente.



Las Gaviotas, Mar de las Pampas y Mar Azul se encuentran pegados. Pero a mi entender, Mar Azul supera a las otras dos ya que ni es tan pequeño como la primera, ni tan “exclusivo” o “selecto” como la segunda.
Si bien su centro es minúsculo, tiene un supermercado y un autoservicio, panadería, y algunos restaurantes. Además ofrece la posibilidad de poder ir hasta Gessel si se tiene la necesidad de una oferta más variada negocios.
Para llegar, se puede ir en bus hasta Gessel y de allí, cada media hora, sale un colectivo que va hasta Mar Azul. Si se va en auto, se sigue por la Ruta Provincial 11, se pasa Villa Gessel y allí aparecen las sucesivas entradas a Mar de las Pampas, Las Gaviotas, y Mar Azul.
El lugar cuenta con muchas cabañas y casas de lujo para alquilar, pero su precio (como en toda la costa) es bastante elevado (en temporada baja un fin de semana sale entre $200 y $600 para dos personas). Pero también hay un camping en el centro que está muy bien ubicado, aunque estar lejos en este lugar también tiene su magia ya que mientras más lejos del mar, más se está metido en la tranquilidad del bosque.
Una de las vedettes del lugar es alquilar cuatriciclos, los que por entre $50 y $100 se pueden utilizar para ir a través de una reserva de dunas, sólo accesible por playa, hasta el faro Querandí, a unos 20 kilómetros.
Dentro de la búsqueda de lo diferente, Mar Azul se destaca para los que deseen encontrar descanso y comunión con la naturaleza, y a la vez, estar cerca de las opciones que puede brindar Villa Gessel.