Recién casados, parejas, solitarios, familias, grupos de amigos… ¿por qué la Riviera Maya está entre los destinos preferidos de muchos viajeros? Podemos aportar unas pistas que quizá os animen a conocer este paraíso. Se trata de una zona que combina kilómetros de playas caribeñas, con un paisaje selvático prácticamente virgen, con los vestigios de la cultura maya y con una oferta de hoteles para muchos gustos y bolsillos.
La Riviera Maya son 120 kilómetros de costa mexicana, entre Cancún y Punta Allen, y, cuanto más al sur de Cancún, más inmersos en la selva nos parecerá estar. Los complejos hoteleros, dispersos a lo largo de toda la Riviera, suelen ser amplios, orientados al mar, y con un “todo incluido” para satisfacer los gustos de cualquiera. En sus aguas marinas se puede disfrutar de una gran variedad de peces exóticos que parecen no tenerle miedo al hombre y lo envuelven y rozan buscando esas miguitas de pan o el plátano que tanto les gusta. Pero quedarnos todas nuestras vacaciones disfrutando del hotel puede ser un error…
Las excursiones que se pueden hacer son variadas y muy interesantes. Xel-Ha (donde dicen que se rodó El lago azul) es un parque acuático, pero cuidado, no pensemos en los parques artificiales que tenemos por aquí). En Xel-Ha podremos disfrutar de un descenso desde el río hacia el mar, rodeados de peces de colores, de selva y de iguanas, o podremos elegir nadar con delfines.
Xcaret también permite el buceo y el nado con delfines, y además ofrece espectáculos variados (juego de pelota, vuelo de los hombres pájaro, bailes y música regionales…) así como una muestra de flora y fauna bastante amplia.
Los cenotes, lagos en ocasiones subterráneos que pueblan toda la península del Yucatán, nos permitirán refrescarnos y bucear en unas aguas diferentes, entre las que… ¡cuidado!, podríamos encontrar algún esqueleto proveniente de un antiguo sacrificio maya…
Tulúm, aún en la costa, y Chichén-Itzá y Cobá, ya adentrándonos en la península, son ruinas mayas de distinta envergadura y con diversos encantos cada una de ellas… ¡difícil elegir!
Xcaret también permite el buceo y el nado con delfines, y además ofrece espectáculos variados (juego de pelota, vuelo de los hombres pájaro, bailes y música regionales…) así como una muestra de flora y fauna bastante amplia.
Los cenotes, lagos en ocasiones subterráneos que pueblan toda la península del Yucatán, nos permitirán refrescarnos y bucear en unas aguas diferentes, entre las que… ¡cuidado!, podríamos encontrar algún esqueleto proveniente de un antiguo sacrificio maya…
Tulúm, aún en la costa, y Chichén-Itzá y Cobá, ya adentrándonos en la península, son ruinas mayas de distinta envergadura y con diversos encantos cada una de ellas… ¡difícil elegir!
Valladolid, la reserva de Sian Ka’an, el arrecife coralino, Punta Laguna, Playa Paraíso, Cozumel, Isla Mujeres… En fin, para aquellos que no quieran quedarse apalancados en la tumbona de la piscina enganchados al cóctel (mmmm…, deliciosos cócteles los de la Riviera), al tequila y a los burritos, las alternativas son amplísimas. Próximamente iremos desvelando todas estas maravillas, como ya hicimos con Tulúm.
Más información: Caribe mexicano, Riviera Maya, Quintana Roo
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