Quizá el invierno me hace mirar con añoranza estos días pasados en la Riviera Maya de sol, playa, y mucho más... El parque
Xcaret es uno de los más visitados en la Riviera Maya, junto a Xel-Ha. Se puede llegar a él fácilmente en
van, esas furgonetas que recorren la carretera desde Playa del Carmen a Tulum, con paradas en todos los hoteles. Xcaret está abierto durante todos los días, de 8:30 a 21:00 horas en invierno y de 8:30 a 22:00 horas en verano.
Si os gusta bucear, o si aún no lo habéis hecho en Xel-Ha, podéis coger la entrada de día completo. Si no lleváis vuestro equipo de
snorkel, allí se puede alquilar. Como yo ya había estado bastante en remojo y lo estaría más aún al día siguiente, pues sólo cogí
la entrada de tarde, a partir de las 15.30, algo más barata, y me cundió para ver casi todo el parque y sus espectáculos de noche. En
este enlace podréis ver todos los precios en dólares o pesos y lo que incluye cada paquete. A la entrada os proporcionarán un plano del parque con los horarios para los distintos espectáculos que tienen lugar a lo largo de todo el día.
El recinto cuenta con muchas parcelas tipo zoológico donde hay caballos, jabalís, monos, aves, pumas... También hay un mariposario para deleitarse con música de Enya y una vegetación exhuberante, nenúfares incluidos. Visitar acuarios, una caverna con murciélagos, dar de comer a las tortugas,
baño con delfines son otras actividades con las que ir recorriendo el parque. Eso sí, bañarse con delfines puede costar unos 100 euros, al igual que andar por el fondo del mar o bucear sobre el coral.
A mí me entusiasmó una actividad
de lo más gratis: el
paseo en barca por un riachuelo en el que se pedía silencio absoluto, sólo roto por los animales y una catarata al final del trayecto. Veías moverse a las iguanas por las paredes casi rozándote. También hay reproducciones a escala de las pirámides y de las capillas e iglesias mexicanas, otra reproducción de un pueblo maya, incluso se hallan unos pocos
restos arqueológicos.
Además existen invernaderos con orquideas, hongos y otras plantas. Me quedé con las ganas de subir a la
torre panorámica desde la que se puede ver todo el parque porque según dicen ofrece unas vistas de ensueño hacia el mar y unas puestas de sol inolvidables hacia la selva. Ahora ya habrán terminado las obras que la mantenían cerrada. Y, para los amantes del buceo, existen dos
rios subterranos y unas pozas naturales junto al mar y una estupenda calita en la playa. Pero, id secándoos, que llega el espectáculo de noche.
Sobre las 7 de la tarde comienza el espectáculo de
juego de pelota maya, en el que parece imposible que los jugadores puedan meter la pelota por esos pequeños aros que hay sobre las paredes inclinadas, golpeándola con la cadera. Y, según supimos después, se piensa que las paredes originales de este antiguo juego eran mucho más inclinadas... Después hay un espectáculo folclórico muy colorido de
cantos y bailes regionales de todo México en un gran anfiteatro.
En fin, un lugar muy agradable para recorrer con tranquilidad e impregnarse de fauna, flora, cultura y sales caribeñas. Y, puesto que una de las dudas más frecuentes entre los viajeros que visitan la Riviera Maya es la elección entre este parque por el que hemos paseado y Xel-Ha, espero poder contaros pronto lo que me pareció el segundo.