El colorido, las fragancias, las flores, los vestidos tradicionales… los mercados son el centro vital de algunos de los lugares más interesantes del planeta
Especializada en aventura y naturaleza, la agencia Años Luz visita, dentro de los numerosos viajes que organiza a lo largo del año, muchos de estos asombrosos eventos.
Una de las mayores sorpresas que un viajero puede encontrar hoy en día al recorrer el planeta es toparse con un mercado tradicional, donde se compran y se vendev productos autóctonos, donde los lugareños acuden con indumentarias típicas y similares a las que ya exhibían sus antepasados, o donde aún se observan actividades de antaño, como el trueque, asegura Maru Casquet, responsable de guías de la agencia de viajes Años Luz.
Estos mercados siguen siendo en la actualidad todo un centro vital para muchos pueblos de Vietnam, Guatemala, Perú, Etiopía, y otros rincones del globo y un impresionante espectáculo visual para los viajeros que se acerquen hasta ellos.
Así, en América, son una delicia para los sentidos, por ejemplo, los mercados indígenas de Chichicastenango, Almolonga o Zunil, en Guatemala, rebosantes de telas regionales, máscaras de madera, productos del campo de lo más sorprendente para el visitante europeo, e incluso fuegos artificiales. El viaje al corazón maya dura 21 días y en él se visitan también parques naturales, restos arqueológicos como las imponentes ruinas de Tikal, con sus pirámides sobresaliendo entre la selva, y maravillas como el lago Atitlán. El precio: desde 2.450 euros.
En la región andina de Perú también aguarda sorpresas a los viajeros. La indumentaria de los nativos puede verse en los mercados locales más curiosos, como los de Chincheros, Pisac y Huaraz, donde todavía se practica el trueque. En ellos podemos encontrar casi de todo, principalmente artesanía, frutas, frijoles anchos u ollucos, un tubérculo típico peruano. En 24 días de viaje, además de estos mercados, el viajero puede conocer los espectaculares paisajes de Machu Pichu o las líneas de Nazca. Su precio: 2.990 euros.
Si viajamos hasta el continente asiático, en el noroeste vietnamita, encontramos exóticos mercados enclavados en los poblados étnicos de los Hmong, Tay y Dao, con casas de bambú y techos de palma. Desde aldeas y montañas remotas, los lugareños acuden a los mercados de Bac ha, Coc Ly y Sapa para ofrecer todo tipo de productos, desde vestidos, ganado o tejidos. Las mujeres van ataviadas con trajes de cáñamo y tiras bordadas. El viaje a Vietnam, que cuesta desde 2.620 euros y dura 27 días, también incluye visitar la famosa bahía de Halong, Hanoi o Saigón, entre otras ciudades.
En la India destaca entre los cientos de mercados y bazares repartidos por su geografía: el mercado de las flores de Mysore. Al sur del país, las guirnaldas y las coronas sumergen al viajero en un mundo único y embriagador de fragancias y especias: tamarindos, nuez moscada, cúrcuma, pimienta, etc. Desde primera hora del día y hasta el ocaso, el contraste de luces sorprende al visitante que pisa Mysore por primera vez. El viaje a la India incluye también visitas a Goa, Bombai o Madrás y dura 26 días. El precio: desde 2.550 euros.
Otra de las zonas más auténticas del globo es el continente africano, donde tribus de Etiopía como los Hamer, Mursi o Karo comparten sus productos más valiosos en numerosos mercados. Es el caso del mercado de Dimeka, de la tribu de los Hamer, donde las mujeres recorren distancias kilométricas para vender cualquier cosa, desde pollos, frutas y especias hasta artesanía y leña. El viaje a Etiopía, que dura 27 días y cuesta desde 3.420 euros, incluye la visita a parques naturales, la zona norte de Abisinia y el lago Tana, fuente del Nilo Azul.
La lista de mercados indispensables abarca otros nombres como los puestos flotantes en el lago Inle de Birmania, la lonja de pescado de Tokio, el mercado de artesanía de Otavalo en Ecuador, el mercado de productos religiosos y santería de Sonora en México DF o el mercado de pescado de Galle en Sri Lanka.
Años Luz es una agencia de viajes especializada de contenido cultural, aventura y naturaleza. Cuenta con oficinas en Madrid, Barcelona y Bilbao y organiza viajes por todo el globo: Europa, América, África, Asia y Pacífico. Hace ya casi tres décadas, Años Luz surgió como una asociación cultural, que fue creciendo hasta convertirse en una agencia de viajes capaz de ofrecer hoy más de cien rutas propias a destinos en los cinco continentes, todas diseñadas por guías y programadores con una larga trayectoria profesional. Hay viajes para los aficionados a la naturaleza y para los que busquen rutas culturales; no faltan opciones para aquellos que disfruten viajando a pie, en velero bergantín, en bicicleta… En definitiva, para quienes quieran conocer el mundo de una forma diferente, con una oferta en la que hay cabida para quienes quieran apuntarse a un grupo organizado y para los que prefieran moverse por libre pero con la tranquilidad de llevar lo imprescindible ya pactado.
Especializada en aventura y naturaleza, la agencia Años Luz visita, dentro de los numerosos viajes que organiza a lo largo del año, muchos de estos asombrosos eventos.
Una de las mayores sorpresas que un viajero puede encontrar hoy en día al recorrer el planeta es toparse con un mercado tradicional, donde se compran y se vendev productos autóctonos, donde los lugareños acuden con indumentarias típicas y similares a las que ya exhibían sus antepasados, o donde aún se observan actividades de antaño, como el trueque, asegura Maru Casquet, responsable de guías de la agencia de viajes Años Luz.
Estos mercados siguen siendo en la actualidad todo un centro vital para muchos pueblos de Vietnam, Guatemala, Perú, Etiopía, y otros rincones del globo y un impresionante espectáculo visual para los viajeros que se acerquen hasta ellos.
Así, en América, son una delicia para los sentidos, por ejemplo, los mercados indígenas de Chichicastenango, Almolonga o Zunil, en Guatemala, rebosantes de telas regionales, máscaras de madera, productos del campo de lo más sorprendente para el visitante europeo, e incluso fuegos artificiales. El viaje al corazón maya dura 21 días y en él se visitan también parques naturales, restos arqueológicos como las imponentes ruinas de Tikal, con sus pirámides sobresaliendo entre la selva, y maravillas como el lago Atitlán. El precio: desde 2.450 euros.
En la región andina de Perú también aguarda sorpresas a los viajeros. La indumentaria de los nativos puede verse en los mercados locales más curiosos, como los de Chincheros, Pisac y Huaraz, donde todavía se practica el trueque. En ellos podemos encontrar casi de todo, principalmente artesanía, frutas, frijoles anchos u ollucos, un tubérculo típico peruano. En 24 días de viaje, además de estos mercados, el viajero puede conocer los espectaculares paisajes de Machu Pichu o las líneas de Nazca. Su precio: 2.990 euros.
Si viajamos hasta el continente asiático, en el noroeste vietnamita, encontramos exóticos mercados enclavados en los poblados étnicos de los Hmong, Tay y Dao, con casas de bambú y techos de palma. Desde aldeas y montañas remotas, los lugareños acuden a los mercados de Bac ha, Coc Ly y Sapa para ofrecer todo tipo de productos, desde vestidos, ganado o tejidos. Las mujeres van ataviadas con trajes de cáñamo y tiras bordadas. El viaje a Vietnam, que cuesta desde 2.620 euros y dura 27 días, también incluye visitar la famosa bahía de Halong, Hanoi o Saigón, entre otras ciudades.
En la India destaca entre los cientos de mercados y bazares repartidos por su geografía: el mercado de las flores de Mysore. Al sur del país, las guirnaldas y las coronas sumergen al viajero en un mundo único y embriagador de fragancias y especias: tamarindos, nuez moscada, cúrcuma, pimienta, etc. Desde primera hora del día y hasta el ocaso, el contraste de luces sorprende al visitante que pisa Mysore por primera vez. El viaje a la India incluye también visitas a Goa, Bombai o Madrás y dura 26 días. El precio: desde 2.550 euros.
Otra de las zonas más auténticas del globo es el continente africano, donde tribus de Etiopía como los Hamer, Mursi o Karo comparten sus productos más valiosos en numerosos mercados. Es el caso del mercado de Dimeka, de la tribu de los Hamer, donde las mujeres recorren distancias kilométricas para vender cualquier cosa, desde pollos, frutas y especias hasta artesanía y leña. El viaje a Etiopía, que dura 27 días y cuesta desde 3.420 euros, incluye la visita a parques naturales, la zona norte de Abisinia y el lago Tana, fuente del Nilo Azul.
La lista de mercados indispensables abarca otros nombres como los puestos flotantes en el lago Inle de Birmania, la lonja de pescado de Tokio, el mercado de artesanía de Otavalo en Ecuador, el mercado de productos religiosos y santería de Sonora en México DF o el mercado de pescado de Galle en Sri Lanka.
Años Luz es una agencia de viajes especializada de contenido cultural, aventura y naturaleza. Cuenta con oficinas en Madrid, Barcelona y Bilbao y organiza viajes por todo el globo: Europa, América, África, Asia y Pacífico. Hace ya casi tres décadas, Años Luz surgió como una asociación cultural, que fue creciendo hasta convertirse en una agencia de viajes capaz de ofrecer hoy más de cien rutas propias a destinos en los cinco continentes, todas diseñadas por guías y programadores con una larga trayectoria profesional. Hay viajes para los aficionados a la naturaleza y para los que busquen rutas culturales; no faltan opciones para aquellos que disfruten viajando a pie, en velero bergantín, en bicicleta… En definitiva, para quienes quieran conocer el mundo de una forma diferente, con una oferta en la que hay cabida para quienes quieran apuntarse a un grupo organizado y para los que prefieran moverse por libre pero con la tranquilidad de llevar lo imprescindible ya pactado.
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